La economía chilena se ve afectada por la caída en marzo arrastrada por la minería y el comercio, según el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) del Banco Central. En comparación con el mismo período del año anterior, el Imacec registró una caída del 2.1%, lo que superó las expectativas para el tercer mes del año.
El Banco Central explicó que la caída se debió principalmente a la disminución en la minería y el comercio, lo que afectó a la mayoría de los componentes del Imacec, aunque se vio parcialmente compensado por el aumento de los servicios.
La producción de bienes cayó un 3.5%, impulsada principalmente por la disminución del 8.5% en la minería. Mientras tanto, la industria manufacturera disminuyó un 2.5%, y el resto de los bienes creció un 1.2%. La actividad comercial presentó una disminución del 5.4%, principalmente debido al desempeño del comercio minorista.
A pesar de la disminución en la mayoría de los componentes, los servicios aumentaron un 0.9%, siendo los servicios personales los que tuvieron una mayor contribución, seguidos por los empresariales.
La economía chilena experimentó un crecimiento histórico del 11.7% en 2021, después de la brusca caída del 5.8% en 2020, recuperándose más rápidamente de lo previsto después de la pandemia. Sin embargo, las ayudas del Gobierno y varios retiros de ahorros de los fondos de pensiones contribuyeron a aumentar la inflación, que alcanzó el 14.1% en agosto de 2022, el mayor nivel en los últimos 30 años.
Para combatir la inflación, el Banco Central ha tomado medidas inéditas, retirando el estímulo monetario y aumentando la Tasa de Política Monetaria (TPM) al 11.25%, su mayor nivel desde 2001, y ha mantenido esa tasa desde entonces.
En 2022, el crecimiento económico se desaceleró hasta llegar al 2.4%, un porcentaje inferior a las estimaciones iniciales. Para 2023, el Banco Central proyecta una contracción de entre el -1.75% y el -0.75%, y estima que la inflación convergerá a la meta del 3% en la segunda mitad de 2024.